Una tarde soleada y caliente mis primos y yo estábamos de humor para una aventura. Decidimos poner nuestros trajes de baño y vimos a la piscina para nadar. Saltamos en el agua frio y todas nuestras toallas y la ropa que íbamos a cambiarse después estuve mojadas. Aunque no importamos porque estábamos demasiado ocupados salpicando lejos y nos divertimos. Jugábamos en la piscina para varias horas hasta que nuestros dedos y dedos del pie mirabas como ciruelas secas.
Después, salíamos.
Estábamos emocionados por buscar nuestra próxima aventura. Cambiamos
de nuestros trajes de baño y nos pusimos la ropa extra que nosotros tuvimos. Corrimos
a un cerca de un parque que tenía un tobogán, columpios, una fortaleza y un
balancín. Todos queríamos un turno en el balancín. Así que yo esperé hasta
que uno de los asientos fue abierto y me senté. Mi primo, que estaba en el
otro lado, cayó al suelo tan rápido voló en el aire.
Me caí de mi asiento
y mis pantalones cortos se quedó pegado en el palo del balancín. Oí una fuerte
rotura. Miré hacia abajo mis pantalones cortos y hubo una gran rasgadura. Yo
estaba enojado con mi primo, pero específicamente me llené de vergüenza porque todos
mis primos comenzaron a riéndose. Para cubrir la rotura yo tuve usar los
troncos de baño mojados de mi primo para el resto de nuestro tiempo jugando. Me
estaba muy incómoda. Nunca entraré en un balancín otra vez.
