Cada verano cuando era un joven, mi familia y yo tomamos un viaje a Seis
Banderas. Nos dimos por la puerta, saliendo en desbandada a la coche, para
llegar temprano y ser los pimeros. La vista del parque de attracciones fue extraordinaria. Las montañas rusas eran grandes
montañas que sobrepasó a mí. El camino estaba
lleno de gente moviéndose a lo largo como una escuela de peces que
nadando con impaciencia a su próximo destino. Y la comida... La comida olía tan deliciosa que podría hacer que tu estómago lleno gruñe.
La
línea de las montañas rusas fue interminable. El calor del sol se quemó abajo
en mi cara y mis pies dolorosos latieron desde estar de pie por mucho tiempo.
Lo cambió mi peso en mis pies para mirar de cerca sobre los hombros de todos.
Como llegaba más cerca del atracción mi corazón latió más y más rápido.
Lento pero seguro yo llegué al frente de la líneay
pude ver las sonrisas alegres de los otros pasajeros que tomaron sus turnos.
Por último, me senté en el asiento y el paseo se despegó. Con cada pulgada más
alto, mi corazón latía más y más fuerte. Agarré al arnés y
apreté tan fuertemente que pensé que
rompería. Cuando yo llegué el punto más alto de la vuelta, sentí que podía ver todo el
mundo. La vista era muy hermosa. El atracción se detuvo por una fracción de segundo como mi corazón. Luego, el atracción
descendió y pensé que mi corazón iba a saltar de mi pecho. Me sentí como un pájaro
se elevando por el cielo. El viento me pegó en la cara, que
fluyedo a través de mi pelo todo el tiempo.
